Entre Un Hola Y Un Adios
Te sienta bien el otoño...
Qué gusto volverte a ver...
Me recuerdas?, soy el plomo
que por el 73
investigo tus costumbres
y registro tu intimidad
para coincidir contigo
como por casualidad
Aquel que cuando la tarde
amenazaba llover
te esperaba con el alma
prendida de un alfiler
para abrirte su paraguas
y con él su corazón.
El que te decía: Hola
Y al que decías : Adiós...
Cuántos metros soñolientos
habré dejado escapar
por atravesar contigo
las tripas de esta ciudad
para volar en tu enjambre,
por tener algo en común
me amigué con tus amigos,
conservo algunos aún.
Vencí el vértigo a las cumbres
por llegar a tu nivel
y por rozarte el vestido
hacía cualquier papel.
Cuántas volteretas vanas
para llamar tu atención
sólo por decirte "hola"
y oirte decir "adiós".
Me halaga que me recuerdes
como tu primer amor
aunque tal vez me confundes
con algún otro señor
Soy el que hacia la cola
para cederte la vez
quien por ofrecerte agua
cruzo desiertos a pie.
El que ponía los discos
cuando querías bailar,
por mas que alargué los brazos
nunca te llegue a tocar
el que guarda tu recuerdo
como un regalo de Dios
en el libro de los sueños
entre un hola y un adiós...
Qué gusto volverte a ver...
Me recuerdas?, soy el plomo
que por el 73
investigo tus costumbres
y registro tu intimidad
para coincidir contigo
como por casualidad
Aquel que cuando la tarde
amenazaba llover
te esperaba con el alma
prendida de un alfiler
para abrirte su paraguas
y con él su corazón.
El que te decía: Hola
Y al que decías : Adiós...
Cuántos metros soñolientos
habré dejado escapar
por atravesar contigo
las tripas de esta ciudad
para volar en tu enjambre,
por tener algo en común
me amigué con tus amigos,
conservo algunos aún.
Vencí el vértigo a las cumbres
por llegar a tu nivel
y por rozarte el vestido
hacía cualquier papel.
Cuántas volteretas vanas
para llamar tu atención
sólo por decirte "hola"
y oirte decir "adiós".
Me halaga que me recuerdes
como tu primer amor
aunque tal vez me confundes
con algún otro señor
Soy el que hacia la cola
para cederte la vez
quien por ofrecerte agua
cruzo desiertos a pie.
El que ponía los discos
cuando querías bailar,
por mas que alargué los brazos
nunca te llegue a tocar
el que guarda tu recuerdo
como un regalo de Dios
en el libro de los sueños
entre un hola y un adiós...
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